lunes, 25 de julio de 2011

ALTO A LA LEY CORINA 29760 TRASVASE DE LOS RIOS MARAÑON Y HUALLAGA

Amigos: comparto un correo llegado a mi buzón que demuestra la preocupación de mis paisanos de la Comunidad Educativa Loretana , que debería ser de todos los que queremos preservar el ambiente, que han comenzado la lucha por la derogatoria de tan nefasto engendro legal.



De: Jose Manuyama
Para: Comunidad Educativa Loretana
Enviado: domingo, julio 24, 2011 12:58 P.M.
Asunto: [comunidad_educativa_loretana] Marcha por la dignidad y defensa del medio ambiente
Estimados listeros

Basta ya de inacción. Salgamos a manifestar nuestro repudio a la Ley Corina (29760) que de ejecutarse ocasionaría un problema ecológico de magnitudes colosales para la Amazonía, al permitir el trasvase de las aguas de los ríos Huallaga y Marañón a la costa. Si hay alguna institución que ya ha convocado a una marcha u otro tipo de protesta, sólo nos toca apoyar en forma activa, pero, si nadie todavía lo hecho, este es el momento de hacerlo. Expresemos nuestro repudio a los congresistas, especialmente a los que representen a Loreto, al Presidente Alan García, y su socio Ivan Vásquez, en su últimos días de terminar su mandato. La marcha puede ser a las 12 del día del día 27.

Me parece que el día miércoles es un día límite, donde cientos de miles de loretanos podemos llegar las calles de Iquitos, justamente, en la víspera del 28 de julio, día de la independencia nacional.

En la red hay personas honorables, juntémonos, y con el apoyo de amigos periodistas, convoquemos en forma espontánea, todos, llamando a las radios, televisoras, y formemos un comité cívico provisional que puede estar integrado por Pepe Barletti, Alberto Chirif, Rafael Chanchari, entre otros. Si no prospera esta idea, pensemos en otra u otras, pero si ninguna prospera, entonces, no digamos nada y esperemos sentados en nuestras casas que se burlen de manera tan desagradable, que se atente contra la vida de una manera flagrante, justo, en tiempos de desequilibrio ecológico, precisamente producto de las estupideces humanas.

Marcha por la dignidad loretana, levanta tu voz de protesta. Digan algo Gabel Sotil, Julian García, Enrique Rodríguez, Jorge Gashe, Fernando Montalván, Juan Pereyra, Ludolfo Ojeda, Oraldo Reátegui, Luz Marina Herrer, Hercilia del Aguila, Rubén Meza, Jaime Vásques, Mary Pérez, Pepe Alvarez, Paul Mc Auley, Gonzalo Tello, José Rodríguez, menciono por mencionar, pero hay tantos que estamos vinculados por este medio y otros. Somos multitud. Instituciones como el vicariato, Restinga, CHS, etc.

Respondamos todos.

José

miércoles, 13 de julio de 2011

Para parar el paro

"Hoy empieza el fin del caos en el transporte; queremos orden. Lima tiene una autoridad"
Fuerte declaración de la alcaldesa de Lima, que apoyamos en contra de la parte del gremio, lumpenizado.
Sin embargo durante las primeras horas de la mañana, por lo menos en la av. Benavides que transitamos todos los días, algunos energúmenos del volante se salieron con la suya como notamos en la vista.



La av. Benavides normalmente tiene una enorme carga de vehículos, en algún informe de la dirección de transportes del MTC se afirmaba que soporta tanta o mayor carga que la av. Abancay solo difereciándose de esta por la menor polución gracias a los sufridos arboles de la berma central.





Un representante del Frente Unico de Trabajadores de Transporte afirma que la convocatoria al paro venía de los empresarios que no deseaban que se terminaran los "arreglos bajo la mesa".
El presidente de la Asociación de propietarios del cono norte indicó que las empresas convocantes solo cuentan con autorización de operación y no tienen unidades propias.





Lo que es cierto y tiene razón la autoridad municipal, es que el caos tiene que terminar, que pensamos debería ser acompañada de una intensa labor educativa a los usuarios para que no sigan soportando los maltratos de choferes y cobradores, que muestren su hartazgo ante el "baje rápido", "suba rápido", "al fondo hay sitio"


sábado, 2 de julio de 2011

A CIEN AÑOS DEL COMBATE DE LA PEDRERA - 10 de julio de 2011 - Historias cuasi desconocidas

Mediante una Resolución Suprema Nº254-2011-DE en cuyo artículo 2 que a la letra dice: "Instalar en la Cripta de los Heroes ubicada en el Cementerio "Presbítero Maestro" una placa que guarde la memoria del teniente César Pinglo Pinglo y del Sargento 2º Bernardo Villalta Luna, héroes del Ejército del Perú, caídos en acción de armas en el Combate de La Pedrera del 11 de julio de 1911" se repara en parte la historia ligada a la sempiterna olvidada región loretana.
Ocasión además en que se aprovecha del articulado para contrabandear en el artículo 1º el que se traslade los restos del General Iglesias de conocida y criticada actuación en la defensa de San Juan y Miraflores durante la infausta y desigual guerra del Pacífico.


Transcribimos del libro: "Los ríos de la Amazonía Peruana. Estudio histórico-Geográfico, político y militar de la Amazonía Peruana y de su porvenir en el desarrollo socio económico del Perú" de don Guillermo S. Faura Gaig-Capitán de navío A.P.

EL COMBATE DE LA PEDRERA

El 10 de julio de 1911 habiendo efectuado a medio día en secreto
una lenta y difícil travesía fluvial, llegó la expedición peruana a proximidades
de La Pedrera. El comandante Benavides envió en un bote,
como parlamentario al sub-tnte. Alberto Bergerie con las banderas peruana
y blanca, un corneta y bogas, ante el comando colombiano,
intimando la desocupación de la margen peruana en el plazo de dos
horas a contarse del momento en que los colombianos tomaran conocimiento del “ultimatum” y advirtiéndoles que si se notaban movimientos
sospechosos o actitudes hostiles, se procedería de inmediato por la
fuerza; invocaba también las reglas del derecho internacional del tratamiento
a los parlamentarios.
El general Gamboa que había destacado tropas al mando del
general Gabriel Valencia a Puerto Córdova, aguas arriba de La Pedrera
y a un día de camino de este lugar, solicitó que se postergara el plazo a
dos días para dar una respuesta definitiva. El jefe peruano expresó
que la proposición era inaceptable y que por lo consiguiente, al expirar
las dos horas señaladas, se procedería a hacer uso de la fuerza para
la desocupación y hacer respetar la integridad del territorio patrio (1).







A la izquierda el Mayor Pablo Rossel, tercer jefe del B.I. Nº 9; en el centro tnte. crnel.Oscar R. Benavides, jefe del B.I. Nº 9, vencedor en el Combate de La Pedrera; a la derecha Mayor Manuel Ramirez Hurtado, segundo jefe del B.I. Nº 9



La Pedrera está situada en una elevación rocosa del terreno que
domina completamente el río, en la margen derecha del Pure, afluente
del Caquetá. Aguas abajo del campamento colombiano, el terreno es
bajo e inundable, aguas arriba del río es abordable. Frente a la guarnición
existe una “cashuera” formada por una línea de rocas unidas
por un fondo bajo y pedregoso, haciendo que el agua adquiera gran
velocidad al pasar entre ellas, formando fuertes remolinos en los extremos.
Esta “cashuera” no había sido pasada hasta entonces por ninguna
embarcación. Las tropas del general Gamboa se habían atrincherado
a lo largo de la orilla. El campamento se hallaba despejado y
rodeado de vegetación alta. En los alrededores de la guarnición colocaron minas para reforzar la defensa.
Dadas las condiciones del terreno, sólo un movimiento envolvente aguas arriba de la guarnición colombiana, permitiría el desembarco de las tropas peruanas y con ello atacar el flanco de la posición defensiva y luego fijar al enemigo de frente con la “América”. Este fue justamente el plan del jefe peruano; pero para ejecutar la primera fase era necesario que la cañonera peruana venciera el fuerte obstáculo natural que ofrecía la “cashuera”.



La Cañonera América recién llegada a Iquitis después de su adquisición.


Terminado el plazo dado por el comandante Benavides, la cañonera “América” inició el desplazamiento, seguida por la “Loreto” que conducía tropas de desembarco; la “Tarapoto” y la “Estefita” quedaron amarradas con las tropas de reserva en la cabeza de la isla. Eran las 1520 horas. Este movimiento originó fuerte descarga de fusilería de parte de los colombianos, la cual aumentaba conforme el avance de los peruanos.
El tnte. Clavero en la “América” cubría a la “Loreto” en rumbo decididamente para atacar la posición enemiga. Estando limitada su maniobra al canal de navegación del río, esperó el momento oportuno para emplear sus cañones. A las 1620 horas el cañón de proa manejado personalmente por el tnte. Mercado, hizo el primer disparo, los que luego se sucedieron. La “América” se aproximó hasta 150 mts. de tierra hundiendo la lanchita colombiana de enlace, más no consiguiendo desembarcar las tropas peruanas del transporte “Loreto”, debido al intenso fuego de sus defensores.
Las cuatro veces que efectuó esta maniobra fracasó, regresando
a amarrarse a la isla a 1830 horas con la “Loreto”, habiendo sufrido ambas fuertes bajas. Murieron en esta acción el sub-teniente Alberto E. Bergerie en la “América” y el Teniente César Pinglo en la “Loreto” y además algunos soldados y marineros Fueron enterrados en la margen derecha del río aguas abajo de la posición colombiana, frente a la isla.
Los heridos se trasladaron a la “Tarapoto”.
Como justo homenaje a la memoria de estos oficiales las guarniciones peruanas de Pinglo en el Marañón y de Bergerie en el Putumayo llevan sus nombres.





Durante la noche de ese día en medio de una lluvia torrencial, la “América” en completo obscurecimiento efectuó fuego de hostigamiento sobre la guarnición colombiana, a fin de mantener en constante intranquilidad a la tropa enemiga en la creencia de un posible desembarco nocturno y disminuir su moral.
Al día siguiente 11, se reinició el combate entre las 10 y 11 horas habiéndose tenido que suspender entre las 14 y 16 horas por no haber obtenido ningún resultado positivo En ese día murió en la acción el contramaestre señalero José Navarro Solano primer apuntador de la pieza de popa.
Decididamente, no era ese el camino a seguir. Así lo comprendió el comandante Benavides, quien convocó una reunión a la que asistieron todos los oficiales, acordándose en ella forzar la cashuera y desembarcar
aguas arriba de la posición colombiana para atacar su flanco
izquierdo. La “América” debería luego fijar a los defensores atacándolos
por el frente. Se reunió a toda la tripulación y la tropa, arengándolos
ante la tumba de los oficiales, tripulantes y soldados muertos en la acción.
El día 12 a las 1045 horas avanzaron la “América” y la “Loreto”
en el orden indicado, resueltamente para forzar la “cashuera”. Entonces
ya se habían reforzado las tropas del general Gamboa con las del
general Valencia, procedente de Puerto Córdova y con los indios witotos
quienes con fusiles Winchester, disparaban desde los árboles.
La “América” soportando este intenso fuego continuó su avance
hacia la cashuera, quedando a 100 metros de la orilla, prácticamente
estacionaria debido a la fuerte correntada a pesar de dar toda fuerza
avante con sus máquinas. Esta situación la aprovecharon los colombianos,
que concentraron sus fuegos sobre ella barriendo la cubierta y
perforando sus planchas. Acribillada a balazos, Clavero da la orden de
levantar la presión de vapor hasta que “reventara la caldera”, logrando al fin después de 15 minutos, que la potencia de las máquinas vencieran
la corriente, el obstáculo natural insalvable que creían los colombianos.
Sólo el acendrado patriotismo de esos hombres, su valor y la decidida
voluntad de triunfar, pudieron más que esas caudalosas aguas.



Teniente Primero Manuel Clavero, Comandante de la Cañonera América



Teniente Segundo Héctor Mercado, Segundo Comandante de la Cañonera América.



La “Loreto” siguiendo la estela de la “América” y a pesar de habérsele
trabado el timón, logró también forzar el paso.
Libres del obstáculo natural, se dirigieron rápidamente a la margen
derecha del río como estaba planeado, donde desembarcaron las
tropas que atacaron al enemigo por su flanco izquierdo buscando la
retaguardia.
Mientras tanto la América’ regresaba para situarse frente a las
trincheras colombianas atacándolas decididamente y protegiendo el
avance de nuestras tropas.
El resultado del combate no se hizo esperar. Quienes habían invadido
nuestro territorio, sorprendidos por la brava maniobra de la
“América” y viéndose atacados por ambos frentes y que sus minas fallaron,
abandonaron sus posiciones internándose en el monte por una trocha
prevista a territorio del Brasil, dejando a sus muertos y pertrechos





Entre los invasores cayó prisionero el general Gamboa. Por nuestra
parte sufrimos muchas bajas. La “América” tuvo 38 impactos en su
casco y superestructura que luce actualmente orgullosa como prueba
fehaciente de su valiente actuación, los cuales intencionalmente no han
sido reparados.
En las últimas horas de la tarde de aquel memorable 12 de julio
de 1911 fue izado el pabellón peruano, ratificando nuestra integridad nacional en ese rincón de nuestra selva amazónica.



La gloriosa Cañonera América acribillada a balazos, a su llegada a Iquitos, luce orgullosa las perforaciones en su casco. En su cubierta el Teniente Primero Manuel Clavero y el Teniente Segundo Héctor Mercado.



La Cañonera América, al zarpar de Iquitos con destino al río Caquetá conduciendo al Comado de la Expedición Militar Peruana.




Las lanchas comerciales Loreto, Tarapacá y una albarenga, al partir de Iquitos, transportando a la ExpediciónPeruana al río Caquetá.


(1) Apuntes sobre algunas acciones de armas libradas en el teatro del nor-oriente, tnte crnl. Dn. Luís Velásquez del Carpio. Revisto de Artillería N 30.