martes, 30 de abril de 2019

ANTONIO WONG RENGIFO


Artículo periodístico de Pacarmón
Publicado en el diario “Impreso” Iquitos-Perú, columna “El clamor de la barra” original s/f

Lejos de esta tierra (el autor se refiere a Iquitos-Perú), una mañana, las ondas de una radioemisora, en su monótono informativo, hizo llegar a mis oídos la infausta noticia del fallecimiento de Antonio Wong Rengifo… luego, estudiadas frases de elogio a su personalidad y en simulado sentimentalismo el realce de su vida  y su obra.
Al sentir la puñalada del dolor, mi pensamiento voló a la última vez que lo vi, sentado en su lecho, inclinada la cabeza sobre sus brazos que descansaban en una silla; buscando comodidad para su fatigado cuerpo, lacerado por el maldito mal que le consumía; buscando en la música suave de un disco de su predilección, el olvido a su dolor, luchando por la reconquista de esa salud, que hizo de él en otro tiempo, uno de los paladines del deporte…
Todo había sido inútil. De nada sirvió su tesonera voluntad, su empeñoso esfuerzo, su luchador carácter…Cual moderno gladiador cayó vencido en plena lucha, por una fuerza que nadie puede dominar. Muy pronto, cuando aun faltaba mucho por recorrer, cuando todavía en su mente bullían nuevos planes y proyectos. El ciego destino le negó el paso y la nada cortó su senda…
Incomprensible que se ensañara con quien siempre dio más que lo que había recibido de la vida, y todo había conquistado por su empeño y su visión.
Porque Antonio Wong fue siempre un luchador victorioso; un artista innato; un soñador en la grandeza de su selva y en el colorido de sus paisajes; un cantor que se inspiró en el rumor de la brisa, en el fulgor de sus aguas, en el rugir de sus tempestades, en el sol canicular de su Loreto…
Niño aun, en la Plaza 28 de julio, pedaleaba en su bicicleta por las noches y arrancaba a su armónica las notas musicales de la época, causando la admiración de los mayores, por hacer ambas cosas a la vez y con tanta maestría.
Después fue el acordeón, luego el piano en autodidáctico proceso, y por último nos dio el regalo más preciado de nuestra música regional: “Bajo el sol de Loreto”, cuya melodía tiene de autóctono, clásico y criollo, como todas sus otras composiciones que no llegaron a igualarla. Pero, en todas ellas ha dejado impresas  su exquisita sensibilidad y su inquieta vocación musical, que hizo de él un artista de la naturaleza.
Por eso, filmó tantos motivos de la selva; paisajes crepusculares, que parecían ofrecérsele como doncellas en holocausto, sólo para él…

                                                                        Img. D.R.

Y su nombre remontó el ande imponente, y cruzó el mar, y sus películas llegaron hasta la meca del cine, llevando el mensaje glorioso de su selva; sus costumbres y misterios que sólo para él se descubrían…
En el deporte, Antonio Wong también fue un predestinado. Desde los equipos infantiles vistió la celeste del José Pardo y la defendió hasta el sacrificio.
Me honra decir que el trío defensivo del segundo equipo, allá por el año 1925, estaba constituido por Antonio Wong en la portería y Carlos Picón y yo en la defensa, y en ese puesto siguió brillantemente hasta 1927, cuando en un memorable partido, jugándose el 29 de julio, por primera vez en el Estadio Augusto B. Leguía, el último por el campeonato de dicho año, el delantero Perea del Dos de Mayo, en una infortunada jugada le rompió la clavícula contra uno de los parantes…
Antonio se había casado el día antes…
Pero, su naturaleza de hierro triunfó y no le amilanó el contraste. Repuesto de la lesión, meses después, empezó a jugar en la delantera, y lo hizo tan bien, que en 1935 formó parte de la selección, que por primera vez disputó en Lima un campeonato nacional…
Ha sido, Antonio Wong, un hombre de toda actividad y en todas ellas ha triunfado, pero su sencillez jamás buscó publicidad ni elogios; jamás mentó su esfuerzo ni sus triunfos y sólo el convencimiento tácito de los demás, le reconoció-antes íntimamente y hoy públicamente-el valor de su obra, de su vida y sus acciones; labor fructífera en beneficio de esta tierra, que hoy le guarda en su seno con amor de madre, y cuyas maravillas llevó al conocimiento de todo el mundo.

                                                                         Img. D.R.

Antonio Wong, el artista, el amigo sencillo, el de la amplia sonrisa y los brazos acogedores, el hombre de empresa, el deportista, tiene un puesto de privilegio entre los hombres del Amazonas. Su nombre ya está grabado, no sólo en el recuerdo de quienes lo apreciamos en vida y lloramos al perderlo; sino de aquellos, que a través de sus obras apreciaron su personalidad y admiraron su arte.
Si sentimos su inevitable pérdida, nos enorgullece el haber sido amigos suyos y en el recuerdo que le guardamos le ofrecemos el homenaje de admiración y afecto que supo conquistar con sus virtudes…
Antonio Wong ha cumplido su tarea, para nosotros, para su tierra, para su patria…


                                                                        Img. D.R.

domingo, 28 de abril de 2019

LA REVOLUCIÓN DE IQUITOS. (Loreto-Perú)


Gobernaba el Perú Augusto B. Leguía, quien pocos años más tarde regalaría arteramente a Colombia una gran extensión de territorio amazónico.

Transcribo para los lectores un Habeas Corpus de época tan aciaga, tomado del libro “La Revolución de Iquitos” (Loreto-Perú) de Samuel Torres Videla. Tipografía España-Pará-Brasil 1922.



(Copia de un recurso de Habeas Corpus)

“Señor Presidente de la Corte Superior de Loreto.
“Los suscritos y suscritas, vecinos de esta ciudad, a Ud. con todo respeto decimos: que, de conformidad con el artículo 7º de la Ley Nº 2223 sobre liquidación de prisiones preventivas y de acuerdo con las disposiciones contenidas en la nueva Constitución Política del Estado sobre garantías individuales, interponemos recurso de Habeas Corpus contra el Prefecto de este Departamento, el Sub-prefecto del Cercado, el Mayor de Guardias, el Alcalde o Presidente de la Junta de Notables de esta provincia, el inspector de policía de la Municipalidad y el jefe de la cuadrilla municipal.
Aprovechando del incidente personal ocurrido en el vapor “Estefita” entre el señor Emilio Wesche y el abogado don Rosendo Badani en la tarde del 27 de este mes, los expresados funcionarios y empleados están consumando desde ese día los atentados más inconcebibles contra los pacíficos y laboriosos habitantes de esta ciudad, especialmente contra el elemento loretano sin distinción de sexo ni de edad. Unidos y de común acuerdo, los inspectores de policía y los peones de la cuadrilla municipal penetran a cualquier hora en los domicilios y después de maltratar a las personas que en ellos habitan los toman y conducen presos a la Sub-prefectura donde sin darles  explicación alguna se les sume en los calabozos, incomunicándolos y privándolos en lo absoluto de todo alimento por veinticuatro o más horas, y anegando previamente de agua tales calabozos. Así se ha procedido con don José Cruz Hidalgo, don Mamerto Ramírez, don Juan Rojas Torres, don Trinidad Amasifuén, el menor Julio Teco, Pedro Macedo, don Julio Ríos, don Jorge Jarama, don Simón Ramírez, don José Navarro, don Andrés Panduro, don Augustín M. Teixeira, don Resurrección Díaz, don Alfonso Navarro Cauper, don Vicente Cornejo, don José Saboya, don José Reyes Flores, don Jorge Navarro, don Zacarías Fernández, don Miguel Puerta, don Manuel Ríos, don Ernesto Bernales, doña Dolores Noriega por dos veces, doña Francisca de Pezo, Rosalía Jiménez, Dolores Sánchez, Margarita Pérez, Matilde Chumbe y su madre; y otras muchas personas de cuyo nombre no nos acordamos por el momento; y, además, se encuentran en la condición de perseguidos don Juan Olórtegui Villacorta, don César Alván, don Manuel Ríos, don Pedro Gardín, don Estanislao Naupari y otros.
Contra las citadas personas no ha existido, ni existe, motivo alguno legal para que se les haya extraído violando sus domicilios y se les haya privado de su libertad en forma tan atentatoria, así como también no hay causa para que se persiga a las otras mencionadas al final, pues el artículo 6º de la expresada  Ley Nº 2223, dice a la letra: “Salvo casos de flagrante delito, nadie podrá ser privado de su libertad, sino por causa de juzgamiento o de aplicación de pena. En razón de la primera de estas causas las autoridades encargadas de cuidar el orden público podrán arrestar, con el objeto de conducirlo ante el Juez respectivo”.
Desde la noche del 27 de este mes están al corriente y son sabedores el señor Prefecto y el señor Alcalde o Presidente de la Junta de Notables de todos los atentados que se han cometido y se cometen contra el pueblo pacífico e indefenso por los inspectores y soldados del cuerpo de policía y por la cuadrilla municipal de la baja policía, a las ordenes de su jefe; y muy lejos de impedir tales atentados, día a día los estimulan en forma más odiosa y grave.-
Por tanto:
A Ud. Suplicamos, se sirva admitir el presente recurso, sustanciarlo y oportunamente declararlo fundado imponiendo a los culpables las penas a las que se han hecho acreedores.
Otrosí decimos: que, por no existir ya en esta ciudad más de cuatro abogados, que son los doctores Velazco, Ramírez del Villar, Morey y Burga Cisneros, no lleva este escrito autorización o firma de letrado, de conformidad con el artículo 140º de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Otrosí decimos: que se ha de servir Ud. señor Presidente, ordenar que el Subprefecto de esta provincia eleve al Superior Tribunal copia certificada de la lista de las personas contra las que ha dictado orden de detención y la cual lista se encuentra pegada en la puerta de la prevención de la Subprefectura.

Iquitos, 30 de enero de 1920

(firmado) F.E. Reategui.-Neptalí López.-Vicente Cornejo.-P.A. Gardín.-Israel Vela Dávila.-David A. Mestanza.-Pedro Villacorta.-César Alván.-Enrique G. Villacorta.-Felipe B. Arbildo.-Manuel A. Pinedo.-E.L. Zumaeta.-M. Puerta.-B. Ríos.-Antonio D. Bardales.-Manuel Octavio Villarán.-S. Vela.”


martes, 9 de abril de 2019

LA MUJER EN EL DEPORTE LORETANO.

El clima de entusiasmo que reinaba por las actividades deportivas se hizo contagioso en la mujer loretana. Sólo faltaba alguien que diera la voz y todas concurrirían prestas y animosas.

Y ocurrió el hecho. …Rosa Palestini hacía poco había llegado de Italia. Pintaba vistosos paisajes, cantaba preciosas canciones italianas y…bailaba los aires de moda. Vivía en la calle Arica 778. Desde luego Rosita hizo amistad con muchas chicas entre las que se encontraba Emilia Beuzeville, las Augustini, las Edery, y hablando-hablando, que eso es lo que mejor hacen las mujeres, hizo conocer en sus tertulias la noticia de cómo la mujer ya practicaba el deporte en Italia. Las amigas se entusiasmaron y un día, que se hizo memorable-el 8 de junio de 1926-un grupo de 16 chicas, lo más granado de la juventud femenina, presentó una moción en el Athletic Club José Pardo, solicitando la creación de una sección femenina para practicar el deporte. Los nombres de las chicas están en el orden en que firmaron la moción: Emilia Beuzeville, Rosa Palestini, Luisa Palestini, Eduarda Augustini, Mercedes Augustini, Mary Edery, Sara Edery, Elvira Edery , Consuelo Edery, Luz Angélica Velásquez, Sara Mutín, Isaura García, Andrea Rocha, y María Luisa Camino.

                                                       Rosa Palestini, salta 1.25 mts.

El Athletic bajo la presidencia de Emilio Berger, aceptó con gran beneplácito la iniciativa, y de inmediato se nombró una comisión para formular los reglamentos y los instructores que habrían de hacerse cargo de la preparación de las noveles deportistas. Se alquiló por S/. 13 mensuales la cancha llamada “El bembón” para las prácticas y ejercicios.
En el curso de los días siguientes se inscribieron:
Dolores Cisneros, Flor de María Mori, Juana López, Juana Terrones, Rosaura Marrache, Blanca Catter, Ernestina Catter, Teresa Catter, Margarita Henderson, Juana Ferreira, Bertha Moses, Mercedes Mariache, Zoila Valdivia, Ofelia Elespuru, Delicia Dellepiani, Josefa Vásquez, Victoria Lozano, María Prieto, Marina Prieto, Herlinda Sánchez, Augusta del Águila, Rosaura Vásquez, Inés Cerrel, y otros nombres que se nos escapan.


Equipo femenino AC José Pardo. 1926

Casi simultáneamente, el Club Loreto creó también su sección femenina. Una chiquilla de 14 años, cuyo corazón sólo latía por el rojo y blanco del Loreto, fue la gestora de la formación de dicha sección: Asteria del Águila, y quienes la acompañaron fueron: María Brígida Nascimento, Julia Montero, Rosa Montero, Feliciana Fachín, Encarnación Dávila, Adolfina Page, Carmen Ruiz, María Rion, Adela Braizat, Luzmila Perea, Etelvina Perea, Ángela Araujo, Sara Emilia Osambela, Manuela Ruiz, Mercedes Araujo, Aurora López, Teresa Montero, Adalguisa Mattos, Consuelo Mattos, e Isabel Rengifo.
Lo mismo ocurrió en el Dos de Mayo, donde Mercedes García y María Luisa del Castillo, dos chicas cuya ilusión era el albiverde del uniforme del club, reunieron lo que más tarde habría de ser uno de los primeros equipos femeninos que jugó fútbol en el Perú. Además de García y del Castillo estaban Hilda Rivera, Delia Vargas, Florentina Vargas, Selfa Vargas, Rosa Vargas, Esther Chacón, Emma Sánchez, Ernestina Tafur, Carmen Rojas, Cecilia Ramírez y muchas más cuyos nombres se nos perdieron.
Pero nunca faltan detractores o personas que creen saber mucho y se sienten o erigen en jueces o críticos a falta de otro medio de darse importancia. Así, sucedió que en un periodiquito, cuyo director responsable o mejor dicho dueño era una escritora o periodista de nombre Nina de Flores, hizo una crítica del deporte que practicaban las chicas y entre otras pocas alentadoras apreciaciones las acusaba de snobismo. Ni las chicas ni el público muy sensatamente le hizo caso y continuaron con sus prácticas y su público.
En atletismo las secciones femeninas lograron marcas que para ser las primeras fueron notables. Las que destacaron: en 80 metros planos Rosa Palestini puso 12 segundos, Adela Braizat marcó 4.17 metros en salto largo, Josefa Vásquez Córdova en salto alto pasó la varilla a 1.25 metros. Mercedes García del Dos de Mayo marcó 15.4 segundos en 100 metros adjudicándose un trofeo, seguida de Delicia Dellepiani del Athletic y Adolfina Page del Loreto. En lanzamiento de bala Adela Braizat puso 7.42 metros, Ernestina Catter del Athletic 7.11 metros y Rosa Fonseca también del Athletic 7.04 metros. En salto triple Adela Braizat saltó 8.44 metros, Delicia Dellepiani 8.22metros.


                                                      Prácticas atléticas femeninas.

Fuente: https://pacarmondixit.blogspot.com