viernes, 18 de mayo de 2018

EL ESTADO FEDERAL DE LORETO, 1896, continúa.




Desconozco si la masonería de Iquitos participó activamente de los debates y propuestas en favor de la tolerancia de cultos promovidos por la “Gran Logia del Perú” (a la que regresó tras la unificación de 1890) toda vez que no he podido revisar sus archivos. Sin embargo, en la medida que a la logia “Unión Amazónica” pertenecían varios judíos europeos y del norte de África, así como protestantes, resulta lógico que esta tuviera una posición en favor de la tolerancia religiosa. La única huella hallada de su posición frente a la tolerancia  de cultos se encuentra en un editorial de El Independiente (13.4.1895) publicado bajo el título “Nos complacemos”, comentando las celebraciones de los “israelitas” que se habían congregado para “conmemorar el día en que sus antepasados rompieron las cadenas que los detenían en Egipto”. En éste se afirmaba que aunque no existiera la libertad de cultos en el país, en Iquitos había libertad de creencias (31)
Gracias a las condiciones locales y a la influencia social económica y política de varios de sus integrantes, a diferencia de otras localidades del país, en Iquitos no fue necesaria una acción confrontacional para lograr el establecimiento de pabellones de distintos credos en el cementerio  público como ocurrió en muchas localidades del país (Armas Asin,  1998: 73) (32). Cuando  en la década  de 1890 se planificó la construcción de un nuevo  cementerio  para sustituir  al antiguo que estaba casi invadido por la población, los influyentes comerciantes judíos lograron que dentro del nuevo camposanto inaugurado en 1897--- construido con aportes del presupuesto departamental, así como del vicario de Chachapoyas y la población local--- se estableciera  un  pabellón  judío.  No  tuvo  igual  suerte la  comunidad   china  que  había   tenido  su   propio   cementerio   pero no  tenía todavía influencia social ni alguno de sus miembros se había incorporado por ese entonces a la logia. En cambio, también los protestantes, que hasta 1897 tuvieron  su  propio  cementerio  fueron  invitados  a  constituir  un  pabellón  en el nuevo cementerio (33). La filiación masónica no impidió que, actuando como padrinos  del  cementerio,  algunos  masones  hicieran  aportes  sustanciales  para la construcción  de la capilla del mismo.  No en  vano  un  significativo  grupo de masones copó la dirección de la Sociedad de Beneficencia de Iquitos, fundada recién en 1897, que tuvo bajo su  jurisdicción  la administración  del cementerio de la ciudad (34). Cabe señalar que la logia “Unión Amazónica” realizaba tenidas de funerales en su templo, aunque ocasionalmente las celebraba de manera colectiva por los fallecidos en un determinado período transcurrido. Estas tenidas no eran secretas y ocasionalmente estaban acompañadas de una procesión pública al cementerio (35).
3.         Conexiones entre la masonería loretana y la brasileña
La masonería brasileña y las de los Estados de Pará y Amazonas con las que los masones de la “Unión Amazónica” tuvieron relación, posee algunas peculiaridades en el contexto latinoamericano. Mientras que en los países que fueron colonias de España la masonería, que jugó un papel importante en  la emancipación  política de estos países, enfrentó una crisis después de la Independencia, en el Brasil ésta mantuvo su vitalidad a lo largo del siglo XIX e incluso su influencia en la política imperial. Tanto  Pedro I como Pedro  II,  emperadores  del Brasil, eran  masones  y dignidades grado XXXIII, situación que había permitido que la masonería gozara de protección frente a las censuras formuladas  por la Iglesia, tanto así que el segundo  no sancionó  la publicación  de la encíclica  de  Pío  IX de 1864 en la que  se denunciaba a la masonería,  y en  Brasil muchos  miembros  del clero eran abiertamente masones(36). A más de esta “masonería de Estado”, la masonería gozó de gran aceptación entre los republicanos y los liberales que más tarde impulsaron la fórmula federal. Fueron los masones liberales, liderados por Rui Barbosa, quienes impulsaron la abolición de la esclavitud en el Brasil al punto que, en algunas logias, sus miembros liberaron voluntariamente a los esclavos, no admitían a gente no comprometida con la liberación de estos, y sus miembros destinaban 1/5 de sus ingresos a dar libertad a niños esclavos (Neves, 1993: 75; Bastián, 1993: 63). Después de que en 1884 la provincia de Ceará decretara la abolición de la esclavitud, el gobierno imperial dio la ley áurea que la abolió en todo el país en 1888. A este movimiento no fueron ajenas algunas logias de Pará y Amazonas, donde hacia 1884 se logró la liberación de “los cautivos” en esa provincia por medio de la campaña iniciada con la compra de libertad con un fondo constituido por la logia (Da Almeida, 1993: 90). Cabe anotar, sin embargo,  que  en  Pará como en Loreto la masonería no desarrolló una posición libertaria frente a la cuasi esclavitud que estaban sometidos los peones indígenas y los llamados caboclos sino únicamente frente a la población negra de origen africano.
La masonería brasileña liberal se ocupó, como la peruana, de los temas de matrimonio civil, registro civil, cementerios públicos, libertad de culto y educación laica con la ventaja de que eventualmente contaron con apoyo desde el poder. En esto contaron también con el apoyo de importantes sectores que promovían  la  inmigración (37).  No  obstante  estos y otros  temas,  como  el de la esclavitud, confrontaron a los grandes Orientes nacionales dando lugar a luchas intestinas (Bastián, 1993: 52). La membresía de la masonería brasileña involucró por igual portugueses y nacionales, siendo que entre los primeros se encontraba un gran número de comerciantes y profesionales liberales que habían dejado Portugal durante las diferentes etapas represivas: a lo largo del siglo XIX. Entre ellos se encontraba un grupo de prominentes judíos. Según Bastián (1993: 61), esta sería la esencia de la masonería brasileña.
La propuesta de un régimen federal para el Brasil fue promovida abiertamente por la masonería, aunque los planteamientos no fueron privativos de ésta. El federalismo había sido propuesto tempranamente en reacción al régimen monárquico con centralismo político y administrativo, el que además absorbía un alto porcentaje de la recaudación en las provincias.  Incluso  tuvieron  lugar  diversas  revueltas en favor del federalismo en la primera mitad del siglo XIX. Los federalistas acusaron al centralismo de despotismo a pesar de que existía una cámara de representantes y atacaron el nombramiento de los presidentes  de las provincias y su rol subordinado (Murilo de Carvalho,  1993: 64-65).  Aunque Tavares Bastos, el principal teórico del federalismo y la descentralización, no había promovido la reforma antiesclavista en que había estado empeñada la masonería liberal, ambos sectores coincidieron en relación al federalismo (Murilo de  Carvalho,  1993: 67)38. Así, desde la perspectiva de Rui Barbosa el centralismo era responsable de que el separatismo estuviera adquiriendo una “fuerza irresistible” por lo que urgía a su establecimiento. Finalmente fue un golpe militar el que trajo abajo la monarquía en 1889 y estableció la república cuya constitución federal fue jurada en febrero de 1891(39).
La masonería de Pará era eminentemente republicana y algunos de estos sectores debieron favorecer una separación  del  Brasil monárquico,  ya que la referencia a la “fuerza irresistible” del separatismo  en Brasil incluía de manera explícita a la provincia de Pará en 1889 (40). La postura separatista, a la que me referiré más adelante, estaba aparentemente en desarrollo entre los republicanos paraenses desde la década de 1860. Esta posición guardaba relación con el rápido desarrollo de la economía gomera y agrícolai en Pará amparada en una sostenida corriente de migración interna e inmigración extranjera favorecida por la oligarquía local. En verdad, esa posibilidad era a fines del siglo XIX una de las mayores pesadillas que enfrentaban todos los países partícipes de la cuenca amazónica donde el crecimiento económico tenía una notoria autonomía respecto de las economías nacionales.
Si bien en los debates previos al establecimiento de la república habían sido los políticos de Río Grande del Sur quienes exigían  más  radicalmente  la cuestión de la autonomía estatal, llegado el caso, en el debate acerca de la constitución federalista  fue  el  estado  de  Pará  el que  dio  una  fuerte  respuesta  cuando el primer presidente del Brasil decidió disolver la asamblea legislativa que lo había confrontado consistentemente. En ese contexto el prestigioso gobernador de Pará, Lauro Sodré, fue el único que no respaldó la medida del presidente Deodoro da Fonseca (41). Aunque todo indica que Sodré gozaba de gran respaldo en Pará, todavía bajo su gestión como gobernador de Pará se mantuvo vigente una corriente que postulaba la creación de una república amazónica como veremos más adelante (42).
No contamos con informaciones acerca de la postura específica y actuación política  de  las  logias  de  Pará  con  las  que  la  de  Iquitos  estaba   entonces en   comunicación   sobre   estos   asuntos,   en   particular   las   logias  capitular “Cosmopolita”, “Harmonía”, “Auroral”, “Firmeza e Humanidade”. Sin embargo, sea que las logias masónicas paraenses o sectores de entre sus miembros apoyaran tempranamente el federalismo, impulsaran esquemas separatistas o no, el activo intercambio cultural con Pará y Amazonas gracias al continuo flujo de vapores y los tratos comerciales contribuyeron a que los acontecimientos del Brasil fueran seguidos en Loreto con atención. Debe recordarse que el comercio de Iquitos no podía escapar a las determinaciones del Brasil debido al control aduanero, el uso de crédito de casas brasileñas por parte de extractores y casas comerciales y el transporte  fluvial-oceánico. Como  hemos visto, en la década de 1890 algunos grandes comerciantes de Iquitos no solo tenían casas corresponsales en Manaos y Belén sino que habían abierto sus  propias  casas de comercio,  Además,  por las facilidades para el comercio en el Yavarí, algunas casas registraban a sus embarcaciones en el Brasil. Desde su aparición en 1890 los periódicos de Iquitos insertaban regularmente noticias del Brasil, incluyendo notas sobre los eventos políticos. Las ediciones de El Independiente de 1895, por ejemplo, daban cuenta de noticias del Brasil con tanta amplitud como de noticias nacionales (43). Además, para entonces, en Pará circulaban al menos tres  diarios,  ejemplares  de- los cuales llegaban a Loreto regularmente tanto a manos de los comerciantes luso-brasileños, algunos de los cuales integraban la cámara de comercio de Iquitos, como a manos de los nacionales y extranjeros ya que las noticias comerciales, precios, tráfico oceánico o apertura  de frentes,  eventualmente  disputados  por los peruanos, eran esenciales para el comercio de gomas de Iquitos. También en Manaos se publicaba un diario de filiación masónica, A Federacáo, que se leía en Iquitos. Las constantes visitas de comerciantes en ambas direcciones, incluidas las practicadas a las logias también habrían facilitado la familiarización de los masones de Iquitos con el acontecer político del Brasil en general y de los estados amazónicos en particular.
Las conexiones de la masonería loretana con la brasileña reforzaron  los lazos con las provincias amazónicas  de Amazonas  y  Pará y los vínculos  personales de los comerciantes en favor de sus estrategias económicas. Aunque estas conexiones -institucionales y personales- fueron  utilizadas  en  el momento del levantamiento de 1896 al menos para ganar las simpatías de locales que facilitaran el flujo de información acerca de la reacción en Lima, el abastecimiento de alimentos y armas y, sirvieran para bloquear el paso de la expedición marítima que se dirigía a  Iquitos  a  debelarla,  no  ha  sido  posible  ubicar  posiciones  públicas de las logias de Pará y Amazonas en ese sentido. No obstante,  en  la  época  era público que el diario paraense A Provincia do Pará que favoreció a los federales de Loreto y actuó hasta cierto punto de portavoz de éstas, era vocero de  posiciones masonas  pro  federales  desde  tiempo  anterior.  Por lo  demás,  es indudable  que fue la realidad  del país vecino la que  más familiarizó  a los loretanos  con esta forma de gobierno(44).
 Por último, tenemos indicios de que posturas de corte separatista, como las que en 1886 denunció Fray Bernardino González, se plasmaron particularmente a partir de la década de 1890 en propuestas en apoyo a la idea de constituir una república amazónica como la que bullía desde hacía algún tiempo en los estados de Pará y   Amazonas en el Brasil. Estas posiciones fueron favorecidas por el recorte de la autonomía departamental y el conflicto generado por la anulación de las elecciones a la Cámara de Senadores que encendió fuertes rencores respecto de Lima, a lo que ya me he referido en el capítulo anterior.  Una  tesis de 1892, presentada en la Universidad  Mayor de San Marcos, cuyo autor se oponía tajantemente a  la implantación de la forma federal, vinculaba las posturas separatistas de Pará con tendencias equivalentes en el Amazonas peruano. A partir de una reflexión acerca del desorden que “el federalismo produce” su autor señalaba que en Pará y  Río Grande  el “germen  de  desunión”,  se expresaba  en la existencia  de partidos constituidos con ese fin y añadía:
“y no sería extraño que en esa corriente envolvieran a las ricas comarcas del Amazonas que con actos positivos alguna vez han mostrado serias tendencias á anexarse al Brasil”.
Para dar mayor verisimilitud a sus especulaciones se refería a informaciones que databan de algún momento entre la proclamación de la República en 1889 y 1892 que posiblemente tenían origen en Guillermo A. Seoane:
“Un Plenipotenciario del Perú cuya palabra merece entera fé, ha asegurado al que estas líneas escribe que en el Ministerio del Exterior de aquella República, existe una petición hecha durante los últimos años del imperio por muchos de los ricos ciudadanos de las regiones amazónicas, para formar parte de aquel estado. Auméntase este peligro, con la completa desvinculación que el gobierno federal produce como consecuencia necesaria” (Burga, 1892: 609).
Evidencia de que los sectores de comerciantes de las regiones amazónicas del Brasil no habían cejado en el proyecto de constituir una república amazónica es la noticia de que en mayo de 1895 un cónsul brasileño, en conjunción con comerciantes de la provincia de Bajo Amazonas, planificaban acciones con ese propósito, lo que fue advertido por Brasil al Perú (45). Como veremos más adelante, algunos sectores de Pará leyeron la proclamación federal de Loreto en 1896 como anticipo o paso favorable a la constitución una república amazónica.
Si bien por la naturaleza de la información disponible no podemos establecer fehacientemente que la logia como espacio institucional se constituyera propiamente en caldera de las propuestas autonomistas, o aún federalistas, todo indica que tampoco escapó a su desarrollo. Más aún, tomando en cuenta las relaciones de la logia “Unión Amazónica” con la masonería brasileña de Pará y Manaos, y el papel de ésta en relación a las reformas  políticas que condujeron  a la constitución de la república y la implantación del régimen federal, es posible suponer que los nexos masónicos sirvieron de canal de difusión de la experiencia brasileña y de las inquietudes de otras regiones amazónicas comercialmente conectadas a Iquitos. Fuera como vehículo de contactos o de ideas, las conexiones favorecidas por los vínculos masónicos entre Loreto y el Brasil debieron alimentar y fortalecer las diversas estrategias autonómicas que los círculos más influyentes de Loreto debatieron.

NOTAS A PIE DE PÁGINA


31. Desde al menos 1895 la colonia china contaba también con un templo, pero más tarde se desarrollaron en Iquitos actitudes contrarias a los miembros de esa colonia en crecimiento.
32. En el Perú los cementerios dependían de las beneficencias públicas desde 1825 y estaban bajo control de los prefectos y del Ministro de Justicia y Culto (García Jordán, 1991: 209).
33. ACPM, 1897. Oficio del Alcalde del Concejo provincial de Bajo Amazonas a Alberto Banister, encargado de la administración del cementerio protestante Iquitos 20.3.1897.
34. Es notorio que cuando se constituyó la Beneficencia en Iquitos todos sus directivos fueron masones, como lo siguieron siendo a lo largo de las siguientes décadas.
35. Poco después del levantamiento de 1896 se da cuenta del siguiente acontecimiento con motivo del fallecimiento del masón Emiliano Castañeda: el venerable maestro accidental José Purificación Hernández informó que “para no privar a la viuda del consuelo de llevarlo  de su casa al cementerio” se había acordado no velar el cadáver en  la logia sino acompañar al cadáver al cementerio “llevando cado uno sus insignias respectivas, presididos por el Estandarte de duelo de la Logia", para una semana más tarde realizar sus funerales en el templo. Con  motivo de la manifestación masónica en ocasión del sepelio los masones Benjamín Dublé, Martín Rivas, y Luis Ratteri informaron del “serio desaire a los hermanos Jenaro Herrera y Ernesm Sánchez Lagomarcino” por el prefecto Francisco Carrera Raygada. En virtud de ello se acordó tomar “la actitud necesaria para reparación de vejamen inferido a la lnstitución Masónica” y “en defensa de sus fueros” se dirigió al Supremo Consejo haciéndole conocer lo ocurrido “pidiendo medidas conducentes a castigo de esta mala autoridad y se haga conocer su malhadado nombre a todas las logias de la jurisdicción como enemigo de una de las instituciones libres”. La comunicación fue enviada por tres vías: la ruta del Pichis, la de Moyobamba y la de Pará para mayor seguridad (Fraternidad, 1929: nº 14). No debe confundirse a Francisco Carrera Raygada con el Comandante Germán Carrera Past-Venerable de la logia.
36. La protección a la masonería se aprecia también en un incidente de 1872 cuando un sacerdote que había hablado en una logia de Río de Janeiro fue conminado por su obispo a cortar sus relaciones con la logia, a lo que éste se negó. A continuación el obispo de Pernambuco obligó a las hermandades religiosas a expulsar a los masones, los que a menudo eran sus miembros más prominentes. Al negarse éstas, el obispo suspendió las funciones religiosas de la Hermandad del Santísimo Sacramento lo que ésta contestó apelando al Emperador quien, como jefe de la Iglesia Católica, ordenó al obispo mirar la prohibición y aún lo sometió a juicio al resistirse. Igual situación se dio en Pará por la intervención del Obispo. Un acuerdo entre el Vaticano y la corte permitió que los masones recuperaran sus derechos ante la Iglesia en 1875 (Bum, 1980: 226-227).
37. Tras la guerra civil de los Estados Unidos de Norteamérica un grupo numeroso de familias marchó al Brasil donde fundaron una colonia denominada Americana. Así, en 1865 llegaron 154 familias confederadas procedentes de Texas, Alabama y Carolina del Sur, alentados por Tavares Bastos, fundador de la sociedad de inmigración del Brasil. Muchos de estos inmigrantes eran masones (Klein, s/f).
38. Tavares Bastos se alimentó de la obra de Tocqueville y de los textos reunidos en El Federalista de A. Hamilton, J. Madison y  J. Jay (1991 [1787-1788]), de temprana traducción al portugués. A diferencia de los federalistas peruanos,  que  tendían  a  elucubrar  en  torno  al momento  adecuado   para  poner  en   práctica  el régimen federal, Tavares Bastos y sus  seguidores  considerar que  debía  implementarse  sin  demora,  aun  si el Brasil contemporáneo era un mundo oligárquico donde la mayor parte de la población carecía de derechos civiles.
39. En Lima se realizó una velada literario-musical con asistencia del Presidente de la República, el Ministro Plenipotenciario de Brasil, el Decano de la Facultad  de  Ciencias Políticas y Administrativ.is, algunos alumnos y algunos diputados para celebrar el primer aniversario de la proclamación de la república en el Brasil. Curiosamente ninguno de los asistentes se refirió en sus disursos a la constitución federal para el Perú que se hallaba en proceso de elaboración (Anónimo, 1890).
40. Se trata de una referencia que data de un personaje que estaba activo en Pará en 1861-1863 (Bastián, 1993: 56). La economía gomera de Pará inició su despegue en la década de 1860 en que las exportaciones  crecieron de 2 672 toneladas métricas a 8 218 en 1872. Para fines de 1885 habían crecido a 12 322 toneladas métricas (Weinstein, 1983: 53).
41. A la postre fue la fuerte corriente de opinión contraria a Deodoro da Fonseca lo que lo forzó a renunciar. Su Vicepresidente re estableció el Congreso, y al cambiar a los gobernadores dejó a Sodré en su cargo (Burn, l.980: 290). Sodré era todavía gobernador de Pará en 1896 cuando el levantamiento de 1896 y con él se entrevistó el ministro Ibarra al mando de la expedición naval peruana que se dirigía a Iquitos para reprimirla.
42. Como veremos, en el contexto de la proclamación del Estado Federal de Loreto algunos diarios hicieron referencia a los planes que habían estado vigentes en Pará: “Años atrás Pará quiso independizarse del Brasil para, unido al Departamento de Loreto, donde no faltaron hombres que se comprometieron a hacer entonces lo que hoy han hecho Madueño y Seminario, constituir una nación que debía llamarse "República del Amazonas". Fracasó el plan pero no pereció la idea y no sería extraño que hoy llene el cerebro de los inquietos vecinos de Loreto” (Editorial de La Razón de Trujillo del 6.6.1896 reproducida en El Tiempo, 10.6.1896}.
43. Así por ejemplo, en la edición del 27.4 1895 se daba noticias sobre la revolución de Castilho que desafió al gobierno federal en Rio Grande del Sur y la del 4.5.1895 sobre la conspiración contra el presidente Prudente Moraes, “silenciada por la prensa”, lo mismo que sobre la controversia entre Brasil y Argentina por el territorio de Misiones y el laudo arbitral en manos del presidente norteamericano Cleveland.
44. En cambio es dudoso que la experiencia federalista de Colombia, que llegó a su término en 1886, resultara muy familiar a los loretanos. Argentina, que en 1880 se constituyó en federal, y Estados Unidos, ambos países que algunos comerciantes de la época visitaron, pudieron también haber sido una referencia.
45. Aunque más adelante las autoridades peruanas negaron haber recibido información desde el Brasil acerca de este hecho.

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