domingo, 27 de mayo de 2018

EL ESTADO FEDERAL DE LORETO, 1896, continúa.





Desde la perspectiva local, la reafirmación del vínculo de Remigio Morales Bermúdez con su “madre logia” al momento de su elección como Presidente de la República constituyó un hito en la historia de la “Unión Amazónica”, aunque tal vínculo no impidió que su gobierno diera disposiciones que afectaron a los intereses autonómicos locales (51). De hecho, durante el cacerismo, más que nunca después de la era del apostadero, se aprecia un esfuerzo, por parte de la logia y de sus miembros de emplear en su favor estas conexiones masónicas y políticas (52”. Es éste el período en que los gobiernos de Cáceres, Morales Bermúdez y Borgoña designan como autoridades a diversos personajes vinculados a la logia “Unión Amazónica” como autoridades políticas en el departamento o  con encargo  de participar en comisiones y visitas de inspección (A. Rivera, E. Vizcarra, E. Espinar). Es también un momento en el que el Supremo Consejo designa a éstos y otros personajes para ejercer misiones de representación para estrechar lazos y supervisar el funcionamiento de la logia de Iquitos.
Como ya he anotado, este período coincide también con el del esfuerzo desplegado por  diversos  sectores  de  Loreto  por  presentar  en  los  periódicos de Lima y provincias sus intereses locales. Encontramos que también en este campo los vínculos masónicos cumplieron una función. En El Comercio, que tempranamente demostró interés en la situación y  destino de la región oriental y de Loreto en particular, la conexión con Santiago Távara, uno de sus propietarios, parece   haber  sido  instrumental   para   ganar  espacio   para  la  presentación de comunicados, noticias y cartas presentadas por masones loretanos referentes a diversos asuntos (53). Igual estrategia sería empleada por los semanarios loretanos El Amazonas y El Independiente, con exitosa acogida en El Tiempo y La Integridad gracias a las conexiones de sus editores, Enrique Espinar y Benjamín Dublé, respectivamente, y en El Libre Pensamiento dirigido por Christian Dam. Tanto por esta red como por afinidad en relación a ciertos planteamientos, numerosos periódicos en provincia dieron publicidad a las noticias de Iquitos y apoyaron los planteamientos autonomistas (54).
Sin embargo, a pesar de las conexiones masónicas y políticas con Lima, es posible apreciar las limitaciones que tuvieron estas vinculaciones en términos de la acción política de los loretanos. Aunque esta red de relaciones permitió la canalización de protestas y propuestas por vía oficiosa y de la prensa, en la propia coyuntura favorable de los regímenes caceristas tras la guerra con Chile, los masones loretanos experimentaron notorias derrotas en la consecución de sus intereses regionales como hemos visto en el capítulo anterior (55). Algunos manejos administrativos que resultaban en recortes importantes a la autonomía conseguida ocurrieron cuando Alejandro Rivera era al mismo tiempo Prefecto del departamento y Venerable Maestro de la logia. A esas alturas la región oriental, y Loreto en particular, habían adquirido preponderancia en el imaginario nacional y su renta aduanera generaba gran expectativa de manera tal que las relaciones políticas y los vínculos masónicos resultaron en un insuficiente soporte de los intereses locales de los comerciantes, funcionarios y autoridades locales asociados a la logia “Unión Amazónica”. Es posible, que como en otros países, más temprano o más tarde, los partidos y las lealtades a los caudillos hubieran opacado a la masonería como vehículo de intercomunicación cívica y entramado social, pero seguramente el uso de la imagen de Loreto como sucedáneo de Tarapacá---con todas las emociones que ello implicaba- imponía límites a las lealtades masónicas (Corbiere, 1998: 278) (56).
Pese a estas limitaciones, como más tarde en la década de 1920 y como hoy, la logia  “Unión  Amazónica” debió  jugar  un  papel  en  la  discusión  y  difusión  de planteamientos políticos respecto de la autonomía regional que involucraban a todas y que se consideraban parte de los deberes ciudadanos (57). Fuera porque éstos concernían en primer lugar a la propia elite socio-cultural o porque efectivamente en el seno de la logia se reafirmaba los planteamientos de autonomía regional o se gestó el apoyo a la propuesta federal de 1896, a la postre veremos que el liderazgo local en el levantamiento federalista estuvo básicamente en manos de masones, como lo era también M. J. Madueño uno de sus principales promotores. No está demás anotar que la organización masónica, con su sistema de elecciones internas, mecanismos para llevar la contabilidad y rendir cuentas, normas y sistema judicial y arena para el debate de ideas debió servir a sus miembros como espacio de aprendizaje ciudadano aunque en el contexto profano de Loreto poco de ello se aplicara en la vida pública.
A nivel local los lazos masónicos que vinculaban a la mayor parte de la elite económica y política de Iquitos tuvieron también ambiguos resultados. Si bien como hemos visto éstos eran funcionales a las estrategias individuales de los miembros, la logia no logró excluir del todo de su seno los conflictos personales, económicos y políticos entre varios de sus miembros, muchos de los cuales giraban en torno al acceso al aprovechamiento de las rentas y servicios estatales. Así, la pertenencia a la logia por parte de las autoridades y los particulares no era garantía del acceso a estos beneficios, los que requerían de alianzas y contraprestaciones (58).

NOTAS A PIE DE PAGINA.


51. Fraternidad (1928: nº G) da cuenta del “saludo afectuoso” remitido por el electo Presidente a su “madre logia” y de la respuesta de ésta al “hijo agradecido”.
52. Los generales Andrés A. Cáceres y César Canevaro eran masones activos: en las logias “Concordia Universal” y “Unión y Virtud”, respectivamente, las cuales actuaron de manera articulada en diversos momentos. A estas pertenecieron personajes en diversos bandos políticos (Zanutelli, 1996).
53. Santiago Távara de El Comercio había sido cirujano del ejército y acudió a Loreto destacado a la Comisión Hidrográfica del Amazonas tras la muerte de su hermano, el marino Juan .Antonio Távara, quien fue muerto en el Pachitea por los llamados Cashibo en el contexto de una expedición naval en 1866, hecho que dio lugar a una vergonzosa expedición punitiva un año más tarde en la que participó S. Távara (1868; Valdizán Gamio, 1966: 141-147). S. Távara, miembro  de la logia “Concordia  Universal”  jugó  un  papel importante en las discusiones a favor de la unificación masónica aunque terminó enemistándose con los grados más altos al acusarlos de que solo actuaban por interés (Zanutelli, 1996: 103). El Comercio fue el primer diario en tener un corresponsal en Loreto. Sin embargo, como veremos, este diario no era partidario de la forma federal.
54. Algunos individuos masones tuvieron especial cabida en periódicos de Lima y provincias. Emilio Vizcarra, por ejemplo, supo dar publicidad a sus actos y colocar las actas de respaldo a su favor suscritas por sus partidarios en diversas ocasiones, a la vez que empleaba el recurso habitual entre los comerciantes de provincias de anunciar su partida y llegada a Lima para recibir órdenes de comercio.
55. Estas incluían principalmente la reforma político administrativa que buscaban que Iquitos se convirtiera en capital del departamento y Ucayali en parte de la provincia  de  Bajo Amazonas  y las demandas  por conservar la autonomía fiscal para preservar el íntegro de la renta aduanera como renta departamental y su manejo presupuestal. Ello ocurrió en el contexto de la reforma de la descentralización fiscal promovida por Piérola.
56. No obstante, es notorio que en la década de 1920 la “Patria Nueva” de Leguía se valió ampliamente de la masonería y que, en su utilización de la potencia masónica y sus vínculos, llegó a generar graves conflictos en las logias locales (ver Fraternídad, 1928-1929).
57. A finales de 1a década de 1920 la revista Fraternidad explicaba que política significaba “la discusión y determinación de los asuntos de interés público” y listaba corno ejemplos de el1os los siguientes temas; ¿debe el gobierno gastar más en el Ministerio de Guerra o en el terreno de Instrucción?; debe cargar más impuestos por importación o exportación?; ¿debe tener un régimen centralista fuerte o tender a la descentralización?; ¿debe imponer la libertad de pensamiento y palabra o restringirse y hasta qué punto?; ¿debe haber libertad religiosa o debe el Estado imponer determinado culto?, etc. Respecto de éstos y otros decía que todo buen ciudadano debe intervenir pero que la masonería no debe tener bandera por lo que demandaba de sus miembros que “teniendo como base la idea de la Fraternidad Humana” fueran buenos ciudadanos (Fraternidad, 1994: 94). Los mismos temas tenían vigencia en el último cuarto del siglo XIX.
58. El grave incidente de l891 que involucró a Julio Benavides, Manuel Pinedo y Emilio Vizcarra como subprefecto de Bajo Amazonas, administrador de 1a aduana y prefecto de Loreto respectivamente en torno al nombramiento de Pedro Rosell como reemplazo del primero y en torno a acusaciones de que Benavides era “jefe de un grupo de individuos (que) pretendía trastornar el orden público” demuestra las limitaciones de los vínculos masónicos en contextos conflictivos (BN-D4554,  Mayo  21 de 1892). Tanto Benavides,  como Pinedo y Vizcarra pertenecían a la logia, la cual se vio afectada por estos acontecimientos ya que como señala la historia de la masonería de Iquitos “al finalizar el año masónico de 1890-1891, el Taller no siguió por el sendero de progreso que se inició al comenzar su reorganización, por causas que sólo el destino le deparó”.

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