martes, 15 de mayo de 2018

EL ESTADO FEDERAL DE LORETO, 1896


Agradecemos  la generosa contribución de la historiadora y antropóloga, Frederica Barclay, al permitirnos compartir con los lectores el capítulo 7 de su libro.



EL ESTADO FEDERAL DE LORETO, 1896
Centralismo, descentralismo y federalismo en el Perú a fines del siglo XIX,  Lima, mayo 2009, IFEA, CBC
Frederica  Barclay Rey de Castro



Capítulo 7


La masonería en Loreto.
La logia masónica de Iquitos es una de las instituciones locales más antiguas y de más larga vida en el departamento de Loreto. A ella pertenecieron muchos de los más connotados comerciantes y autoridades políticas y municipales que actuaron en el período que estudiamos. Instalada en 1869, la logia “Unión Amazónica” ha continuado activa en Iquitos manteniendo su influencia en la vida social, política y económica local (1)
En este capítulo exploro el papel de la masonería en las estrategias políticas y mecanismos de acción de la elite comercial y política de Loreto desde diversas facetas en la expectativa de entender el papel que le cupo como vehículo de articulación interna y externa y en la difusión y promoción de ciertas nociones, en particular la organización federal. Para ello reconstruiré en primer lugar su constitución, historia y membresía analizando su naturaleza y funcionalidad, a partir de lo cual es posible comprender su papel como amplia red social a lo interno de la Amazonía peruana y hacia el exterior. Mediante la exploración de la vinculación entre la masonería loretana y la brasileña se procura apreciar tanto las conexiones con la propuesta federal como el contexto del surgimiento de iniciativas de corte separatista. En una última sección se estudia la masonería desde una perspectiva de acción política a la luz de las prácticas políticas de la última parte del siglo XIX y se examina su papel y eficacia como mecanismo de articulación local y con otros espacios del país.
Para la reconstrucción  de  su  historia  y  membresía  partiré  fundamentalmente  de un recuento de su actuación desde su fundación que fuera publicado por entregas a fines de la década de 1920 en la revista editada por la logia “Unión Amazónica”, poniendo en relación el accionar masónico con los procesos y eventos hasta aquí analizados, ubicando en ellos a  los actores  locales  (Fraternidad, 1928-1930: nº 1-36; Fraternidad, 1994).

l. Fundación, membresía y evolución de la logia

“Unión Amazónica”




En la fundación de la logia “Unión Amazónica” intervinieron de manera preponderante un grupo de oficiales de la marina destacados al apostadero naval de Loreto y en particular el marino Enrique F. Espinar su principal promotor y animador, arribado a Iquitos en mayo de 1869 (2). Aunque anteriormente había operado una logia masónica en Moyobamba la “Luz del Amazonas”,  esta  se hallaba ya extinta y no parece haber habido continuidad entre ambas en el sentido de un trasvase de miembros al momento de la fundación. De esa primera experiencia solo sabemos que la logia “Luz de Amazonas” de Moyobamba fue una de las 7 logias de provincias que se adhirieron al “Gran Oriente del Perú” para su regularización en 1860 y que ésta había acogido al coronel del ejército Francisco de Paula Secada, prefecto del Departamento Fluvial de Loreto entre 1863 y 1865, quien a su vez pertenecía a la logia “Virtud y Unión nº 3” de Lima y había participado en la reforma de la potencia masónica en 1860, con grado XXV (López Albújar, 1961: 144, 146) (3), Como al fundarse la logia de Iquitos la de Moyobamba se había extinguido sus dignidades encargaron a uno de sus miembros “comprar en el Valle de Moyobamba insignias, libros y demás objetos masónicos a los hermanos que fueron miembros de la logia "Luz del Amazonas" (Fraternidad, 1928: nº 2).
En el grupo de masones que promovió la creación de la logia de Iquitos, junto a los marinos y militares E. Espinar (grado XVIII), Alejandro Rivera (grado VIII) Arnaldo Larrea (grado III), Ulpiano Tizón (grado III) y Timoteo Smith (grado III), estuvieron desde el inicio comerciantes como Antonio Nicolás  Cepeda (grado XVIII) y Marcial Amadeo Pinón (grado III) además del maquinista inglés William Edmonds (grado III). La misma composición tenía el grupo que inmediatamente después de la primera reunión preparatoria se sumó en una segunda convocatoria: los marinos Federico Alzamora (grado XVIII), Felipe Santiago Bustamante (grado III) y Alejandro Newell, los comerciantes José Joaquim Ribeiro (grado III), Antonio Joaquim da Silva (grado III), Alejandro Martín y José María Ordosgoitia y el ingeniero inglés David Howell (grado III) (4).
Con Alzamora como  comandante  general  interino  del  Departamento  Fluvial, se le eligió como Venerable Maestro en la segunda reunión, mientras Espinar y Rivera fueron elegidos Primer y Segundo Vigilante respectivamente. Los masones reunidos acordaron instalar una logia bajo la dependencia  del Supremo Consejo de Soberanos Grandes Inspectores Generales del Grado XXXIII de la República del Perú con sujeción al así llamado antiguo y aceptado rito escocés. Asimismo acordaron levantar un empréstito para construir un templo, el que fue inaugurado en diciembre de ese año en una tenida o sesión en la que se incorporó a algunos comerciantes brasileños y un marino. El antiguo y aceptado rito escocés era el que observaba la logia “Concordia Universal”  del Callao fundada en 1849, de la que provenían la mayor parte de los marinos al punto que se la consideraba “en unión con la Marina” (Zanutelli, 1996: 20). Sin embargo, a ésta pertenecieron también civiles y militares (Zanutelli, 1996: 46) s.
Una vez obtenido el reconocimiento del Supremo Consejo y la denominación correspondiente como Logia N° 5, a través de un “delta” seguido de una visita de una comisión de Lima y la entrega de su carta constitutiva en mayo de 1870, los “trabajos” de  la logia quedaron  regularizados  y la misma quedó constituida en “regular y perfecta”. A continuación la logia nombró como Delegados ante el “Gran Oriente del Perú” a algunas personalidades residentes en Lima, para acreditar el otorgamiento de los grados simbólicos (I al III: aprendiz, compañero y maestro). Uno de los delegados de Loreto era el Venerable Maestro de la logia “Concordia Universal”, Mariano Noriega, grado XXXIII, hombre cercano a Espinar (Zanutelli, 1996: 110). Para su funcionamiento se levantó un primer “templo”, una construcción con techo de hoja como era corriente en Iquitos, en un terreno del marino Eduardo Raygada (6).
Cumplidos estos requisitos la logia estuvo en condiciones de iniciar a nuevos miembros, el primero de los cuales fue Remigio Morales Bermúdez, quien estaba al frente de la columna de Marina destacada a Loreto. Al año siguiente fueron iniciados varios marinos y comerciantes, mayormente extranjeros, entre los que destaca Carlos Mouraille, más adelante personaje de gran gravitación en la economía política de Loreto. Se afiliaron entonces también otros masones, varios de los cuales -así como algunos de los fundadores- habían sido iniciados previamente en alguna de las varias logias masónicas existentes en  Pará,  notablemente  la logia Capitular “Cosmopolita”,  la  misma  que en su  ruta a Loreto  con destino al apostadero habían visitado Espinar y el grupo de marinos que él comandaba. Asimismo, al iniciar actividades la Comisión Hidrográfica del Amazonas dirigida por el almirante Tucker, algunos de sus miembros se afiliaron o iniciaron en la logia "Unión Amazónica” de Iquitos, notablemente James Henry Rochelle, marino norteamericano quien era miembro de una logia de Gran Bretaña. Además, como correlato de su regularización y gracias al carácter cosmopolita de este espacio gomero y las vinculaciones de algunos de sus miembros, la logia de Iquitos empezó a recibir comunicaciones de otras logias y Orientes, así como visitas acompañadas de cartas de presentación de logias tan distantes como la “Olivo Escocés” del Oriente francés, la “Constantinopla” del Oriente de Turquía o del Consejo Supremo de México (7).

CONTINUARÁ





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